Prevenir antes de que se produzca una catástrofe es la mejor solución. Un simulacro pone fin a las jornadas sobre seguridad en grandes eventos
Durante el miércoles 4 de diciembre la Escuela Nacional de Policía acogió a más de doscientas personas que participaron en la jornada sobre cómo debe actuarse en los grandes eventos. Una de las conclusiones es que la planificación es muy importante para evitar cualquier incidente, y para que tenga las menos consecuencias posibles si al final se produjera alguno.
A las mismas vinieron más de 200 profesionales de los cuerpos de seguridad de Madrid, Castilla la Mancha, Castilla y León y de otros muchos sitios. Pero entre los asistentes también se encontraban empresarios de hostelería y otros sectores de la ciudad, periodistas, algún responsable de protocolo y organización de eventos y unos 500 alumnos de la Escuela Nacional de Policía de Ávila.
Es decir, que estaban representados todos los pilares que deben tenerse en cuenta en la organización de eventos, y como conclusión general a todas las ponencias se puede decir que tienen que trabajar antes, durante y después de un evento para que éste funcione a la perfección.
El primero en tomar la palabra fue Marceliano Gutiérrez Director de la Escuela Nacional de Policía que nos explicó que los grandes eventos comenzaron a realizarse en el siglo XIX con las grandes exposiciones universales o con las olimpiadas y otras competiciones deportivas. Pero no todos los eventos pueden considerarse grandes, serán grandes aquellos en los que los asistentes son de gran nivel o categoría, o por el número de asistentes a los mismos.
Aunque según sus palabras no fue hasta 1972, en los Juegos Olímpicos de Múnich, cuando se empieza a incluir la seguridad en los grandes eventos, debido a la actuación de un grupo terrorista en los mismos.
España ha sido y es, por varios eventos como Barcelona 92 o la Conferencia de Paz de Madrid 1991, un referente a nivel mundial en materia de seguridad. Y una parte que no se suele tener muy en cuenta es que muchos de ellos cuentan con gran cantidad de voluntarios a los que hay que formar para que todo salga a la perfección.
Una tragedia que podría haberse evitado
José Luis Gómez, Director de seguridad y auditor de instalaciones y actividades deportivas, era uno de los ponentes más esperado, porque su ponencia intentaba reflexionar sobre dos tragedias muy cercanas, una ocurrida en Alemania y otra en Madrid, pero las dos con víctimas españolas. Y que SÍ podrían haberse evitado con planificación y buena gestión.
En ambos casos no se contempló debidamente la seguridad, porque se pretendía “ahorrar” en esta área; cuando no se trata de un gasto sino de una inversión, que nos ayudará a terminar un evento con éxito. Tanto en el Parade como en el Madrid Arenas “los hechos eran previsibles y evitables, pero haciendo las cosas bien”.
Según su análisis deberían haberse tenido en cuenta los siguientes puntos:
- La legislación existente en España sobre la organización de eventos es del año 1997 y está anticuada.
- Los edificios o lugares donde se realizan los eventos no están en buen estado.
- No se revisa la cesión o contratación de locales públicos.
- Hay que realizar una buena organización del evento.
- Debe incluirse temas de seguridad. En ambos casos se ha reconocido que es una de las partidas en las que se “ahorro”.
- Y servicios médicos. En el Madrid Arena había un médico de 80 años, un amigo suyo de 81 y el hijo del primero; que además había sido cargos políticos.
- Deberían realizarse supervisiones previas por parte de los servicios competentes.
- Realizar una gestión de las emergencias, si surgen.
- Sí se produce una situación de peligro, saber controlar la situación.
- Y por último, realizar una gestión de evacuación.
Comunicación en los grandes eventos
Pablo Muñoz del Olmo, presidente de la Fundación Fuego, hablo de la comunicación que debe existir entre todos los servicios de seguridad implicados pero también con los organizadores del evento y con el público en general.
Las nuevas tecnologías han permitido además utilizar diferentes medios con el fin de poder comunicarse en situaciones en las que hay mucho público sin que se colapsen líneas. Esto permite una mayor unión entre todos los servicios operativos, cercanía y coordinación de todas las operaciones, y poder utilizar un único canal de comunicación.
Pero sobre todo hay que realizar una planificación previa, en la que la coordinación de recursos entre todos es fundamental. Establecer un mando unificado, en el que se establezca quién es la persona o personas que están al mando; pero sobre todo que sepan mandar.
En la comunicación externa hay que tener en cuenta a los medios de comunicación, que transmitirán información a la opinión pública, y según sus palabras hay que darles “información transparente, clara y no ocultar nada. Siempre teniendo en cuenta la información que se puede dar en cada momento”.
Por tanto, hay que establecer qué comunicación se da, cómo se hace, hacia quiénes va dirigida (públicos internos o externos), a través de qué medios, y en qué contexto, para que todos estén informados en el menor tiempo posible.
La formación es un éxito
Luis Carmena, director de la fundación, afirmó que la formación es garantía de éxito de un evento porque nos permite predecir antes de que se produzca. Pero todavía la gente lo considera que los mensajes de seguridad son algo raro y se sorprenden que nos pongan vídeos explicativos o folletos y planos antes de un concierto o de otro evento.
Coincidió con otros ponentes en que la legislación sobre organización de eventos y espectáculos está obsoleta, que la acción inspectora y sancionadora no funciona, pero sobre todo que no hay conciencia suficiente en materia de seguridad en los diferentes tipos de públicos que nos encontramos en un evento.
En su intervención afirmó que la aplicación de mejoras y la formación debe ir encaminada en varios aspectos:
- La detección
- Las vías de escape
- Los movimientos que pueden realizarse en el recinto
- Los diferentes tipos de recorrido
- Análisis de las situaciones de supervivencia
Pero además cada uno de los públicos asistentes en el evento requiere de un tipo de información y formación propios:
1. Los responsables de seguridad: se encargarán de la coordinación
2. Los responsables de los planes de seguridad: tendrán que realizar un entrenamiento (por la tarde se realizó un simulacro en la Escuela de Policía)
3. Los equipos de emergencia: deben recibir una formación específica
4. El personal de seguridad: una formación general
5. Y el público asistente: una información general y específica
Terminó diciendo que tenemos que tener una actitud proactiva, actualmente seguimos teniendo una actitud pasiva, en la que todos participemos porque la prevención es una inversión para cualquier evento.
Las dos últimas ponencias hablaron de la organización de dos eventos concretos:
1. El primero de ellos, que la realizó José Miguel Jiménez San Millán, Jefe de Policía Local de Ávila, habló de la organización del dispositivo de seguridad del Mercado Medieval de Ávila.
2. Y el segundo, a cargo de Carlos García Touriñan, Responsable de Seguridad del Ayuntamiento de A Coruña, sobre la propuesta de realización de la fiesta de San Juan en A Coruña.
Conclusiones
Como conclusión general de las jornadas, en la que el nivel de los participantes fue muy bueno, es que la seguridad en un evento es necesaria, sea grande o pequeño, y que sí planificamos y hacemos la inversión adecuada no ocurrirá nada.
Y cómo conclusión particular, que no se tuvo en cuenta, es que los organizadores de eventos, sí son profesionales, tendrán en cuenta que la seguridad es uno de los pilares importantes de todo evento. El problema es que se encargan de organizar eventos gente que no tiene la cualificación necesaria, y que los managers o gerentes de discotecas, entre otros, dejan en mal lugar a las personas que nos hemos formado para esto.