Estamos en el periodo del Adviento, es decir, cuarenta días antes de la celebración del nacimiento de Jesús, pero que sepáis que la mayoría de las tradiciones que usamos son de origen pagano.
Esto se hizo por seguir una de las premisas implantadas en el Imperio Romano, con el fin de que los pueblos que conquistaban no se revelarán contra ellos, lo que hacían era introducir sus costumbres en Roma, así los vencidos se sentían como en casa.
Pero esto hace que cuando se implanta como religión oficial del Imperio el Cristianismo, y a fin de conseguir un gran número de seguidores, después de ser perseguidos y humillados, se introducen costumbres de otros ritos o religiones.
En Navidades, una de las fiestas más importantes para los cristianos porque nace su salvador, no iba a ser una excepción. De todos es sabido que por los signos que se cuentan en las escrituras de los apóstoles el nacimiento de Jesús debió de ocurrir en el solsticio de primavera y no en el de invierno.
Pero a finales del año había una fiesta que servía para dar gracias a la tierra y se cambió la “Navidad” a diciembre, ya que en primavera coincidía muy cerca de la celebración de la muerte y resurrección de Jesús, la Semana Santa.
Por ejemplo, los países del norte de Europa y los del Sur difieren en los símbolos que utilizaban para recordar estas fechas en casa: en el Norte se ponía un abeto o árbol de Navidad, y en el Sur un Nacimiento o Portal de Belén.
Los dos son representaciones de lo que dicen las escrituras, para explicarles a los que no sabían leer y escribir, sobre el nacimiento de Jesús, venía para dar luz al mundo y salvarle:
- El Nacimiento lo hace mediante figuras que representan a los diferentes personajes que intervienen en la trama. Y a lo largo de los días se iban cambiando las figuras de posición para explicar la evolución de la historia. Además, existían figuras y representaciones diferentes dependiendo de los países y de las zonas, muchas de ellas respondían a la tradición popular del lugar.
- El pino o abeto lo hace mediante representaciones: se utiliza un árbol de hoja perenne para decir que la devoción por Jesús es ilimitada, las bolas en principio eran manzanas que representaban el pecado original, y las luces que en un primer momento fueron velas representan la luz de Jesús que nos hará cambiar e iluminara el camino.
Cómo os he dicho muchas veces no me gusta que un país pierda sus tradiciones en detrimento de las otras que les vienen “impuestas” por moda y sobre todo por marketing. Además, la colocación de esos adornos, que en principio servían para rezar y tenían connotaciones religiosas, ha pasado a ser una forma de cambiar la decoración de la casa por unos días.
El belén se ponía el día 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, que es cuando el Ángel Gabriel le anuncio a la Virgen la llegada del Mesías. Y debía quitarse el 2 de febrero, que es el día en el que Jesús fue presentado en el Templo de los Judíos. ¿Algo lo ha hecho alguna vez?, lo de ponerlo puede que sí, pero porque coincide con un puente y está toda la familia en casa, pero lo de quitarlo nunca, ¿verdad?
Pero bueno aunque la mayoría no sepa eso, por lo menos, seguir conservando esa bonita tradición.
¿Un funeral es una fiesta?
Y hablando de celebraciones religiosas. Los cristianos, y otras religiones monoteístas asignan a la muerte un carácter luctuoso y triste, mientras que en otras culturas y religiones se considera como una fiesta por lo que la persona dejo e hizo en este mundo, y porque es una salvación.
Este martes se celebraron los funerales por Nelson Mandela, que profesa la religión Metodista (son cristianos protestantes, y aplican ciertos preceptos de forma distinta a los Católicos, con una interpretación mucho más liberal). Allí nadie estaba llorando, todos bailaban y reían, por la suerte que han tenido de coincidir con una figura histórica, que ha hecho mucho por su pueblo y por la humanidad.
A veces me preguntó porque somos tan diferentes dependiendo de la educación religiosa que hayamos recibido.
Bueno tengo que decir que en ese funeral se produjeron dos hechos, que desde el punto de vista protocolario, fueron un error:
- El primero no elegir bien al intérprete de la lengua de signos, un “personaje” gracioso pero por lo que hemos sabido después peligroso. Podría haber puesto en peligro la vida de alguno de los mandatarios que acudieron al sepelio.
- El segundo, las fotos fuera de tomo de Obama y la primera Ministra Danesa. Una cosa es que el funeral fuera distendido y alegre y otra que los dos pasaran de todo y se dedicarán a tontear y a hacerse fotos. Estos mandatarios no tienen un jefe de protocolo que les aconseje.
La protagonista debería haber sido la imagen entre Obama y Raul Castro dándose la mano, que fue eclipsada por la que he mencionado antes.
Sólo me resta decir que Feliz Navidad y muchas gracias Madiba por enseñarnos tanto.