Salvados, la crítica basada en el fundamento

Salvados, la crítica basada en el fundamento
Siempre he pensado que los medios de comunicación, aparte de entretener e informar, deben servir para realizar denuncias que a todos nos gustaría hacer pero que, quizás por falta de recursos (entre otras cosas), no nos atrevemos.

Conocido por sus intervenciones en las últimas temporadas del latenight "Buenafuente", en el que hablaba sin tapujos de los errores del programa, del que era parte del equipo (y no precisamente el último mono), Jordi Évole a.k.a. El Follonero, ha sabido trasladar esas críticas a la sociedad en Salvados.

Ya de por sí es difícil que un espacio televisivo sea capaz de hacer autocrítica, pero mucho más es poner un poquito de claridad en las cosas que a todos como ciudadanos nos afectan, que en muchos casos nos molestan y casi siempre sufrimos como las hemorroides: en silencio.

Hay que reconocer que en Salvados se hace un excelente trabajo de documentación, pues se nota que los temas no se tratan a la ligera. Los temas son de lo más variopintos, pero siempre son de interés para todos los españoles, ya sea la crisis bancaria, la casta política, el senado, la sanidad, la alimentación, la energía...

Luego Évole realiza visitas y entrevista a las personas que pueden aclarar algo sobre el tema en cuestión. Quizás el motivo de que Salvados funcione sea el tono en el que se realizan las preguntas y se reciben las respuestas, un tono coloquial, como podríamos preguntar tu o yo, tratando siempre de esquivar palabras técnicas o explicaciones que en sí mismas son interrogantes.

La realización está, desde mi humilde opinión, muy lograda. No sólo usan una cámara, sino que se realizan diversos planos, algunos preparados, pues todas las entradas a los sitios son representadas (nadie lleva un micro y petaca puesta todo el día), un buen montaje y un grafismo excelente, desde las cabeceras hasta cortinillas.

Además no utilizan cámaras ocultas ni el enfrentamiento directo. Simplemente se pregunta y se registran las respuestas, si hay varios interlocutores y entre ellos se enzarzan en una discusión, pues... así se muestra.

Pero no todo es bueno en Salvados, en su contra tenemos en primer lugar el horario ya que en un país como el nuestro en el que estamos acostumbrados a que el primetime empiece casi a las once de la noche, emitir a las 21,30 puede ser un perjuicio; luego sus cincuenta minutos de duración, que hace que laSexta emita un capítulo de estreno y otro refrito; y por último, basan demasiadas escenas, entrevistas y situaciones en Barcelona. Que es entendible, pues la productora es catalana, pero quizás pequen de falta de diversidad nacional en temas demasiado comunes, por ejemplo, cuando se habla del paro y se focaliza en esa comunidad.

En resumen un programa más que recomendable de obligado visionado.
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