Reiniciando Person of Interest

Reiniciando Person of Interest
A pesar de que muchos conocidos mios dicen no ser capaces de pasar del capítulo 5, y de otras como Revolution se han tragado hasta el último título de crédito, Person of Interest ha estrenado su cuarta tanda de episodios, mientras que otras se han quedado sin continuación, en el limbo de las series, hayá donde reside Alcatraz (entre otras).

ATENCIÓN: Esta entrada contiene SPOILERS.

Lo advertí en 2012. Person of Interest iba a ser una gran serie y de hecho lo está demostrando. Empezamos con una serie muy procedimental, con capítulos autoconclusivos, demasiado cerrados y sin una trama central que atrajera a los seriéfilos de manual. Es cierto, pero con el avance de la primera temporada y mediante flashbacks nos enseñaron qué había detrás de la máquina y algunos de los motivos que movían todo el argumento. No quiero decir con esto que la serie mejorase, sino que, se iban trazando las líneas maestras que defnirían el transcurso de los siguientes capítulos.

Que nadie se sorprenda con lo que voy a decir ahora, y es que puede doler. La serie no es que haya mejorado, es que ha avanzado. Las premisas con las mismas, sigue existiendo una trama autoconclusiva pero en su gran mayoría los casos conectan con la trama general.

Ya hablé sobre Fringe y su "temporada piloto". Aquí no estamos a ese nivel, pero si hemos asistido a algo parecido. Más que nada porque hemos tenido que ver como la máquina se convertía en el personaje principal de la serie, cómo era capaz de pensar por sí misma y tomar decisión, e incluso "tener sentimientos" para con sus creadores. Hay que entender que el concepto de que una máquina nos vigile, piense, tome decisiones y cuide de sus creadores no son unos high-concepts fáciles de asumir para una señora de Cuenca.

La máquina piensa y mucho, y en lugar de limitarse a dar los números a través de fragmentos de grabaciones, se ha buscado una interlocutor, Root. ¿Qué cómo lo hace? ¡Qué mas da! Ya sea con un implante, por una conexión electrónica-psiquica, o por intervención divina, la incorporación de activos como Root ha sido un gran acierto, al igual que lo fue Shaw, ambas demuestran su valía con creces y aunque no hayamos olvidado a Carter, hay que reconocer que los guiones han conseguido algo tan arriesgado como unir tantos y distintos estilos drámaticos sin perder el norte.

Tan importante es la máquina que la tercera temporada fue una lucha contra su adversario, Samaritano, un programa similar al suyo (Luces del Norte), pero en manos e una empresa privada. Samaritano sigue proporcionando números al Gobierno pero, además, le sirve la información que desean sus propietarios y, para completar el pastel, es un sistema manipulable. Y ya hemos visto que si hay que matar a alguien se le mata.

Luces del Norte sigue activa, pero en un segundo lugar. Ya comprobamos lo inteligente que era la máquina cuando se autotrasladó de unas instalaciones a otras y preparó su estrategia de protección, no sólo para sí misma, sino para todo nuestros personajes principales. La misión era clara y nada sencilla, pues había que hacer ver a los "ojos" de Samaritano que todos nuestros protagonistas son otras personas para evitar que fueran eliminados.

Los dos primeros capítulos han sido una presentación del tablero de juego, como se colocan los personajes cuales fichas de ajedrez y asentar las bases de lo que hay preparado en los próximos capítulos. Está claro que la guerra entre máquinas va a ser épica, y lo curioso será ver como nos muestran una guerra entre inteligencias artificiales. De momento conocemos a la némesis de Finch (Michael Emerson), los alias de los protagonistas y el nuevo centro de operaciones.

Seguro que esta cuarta temporada no defrauda...
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