Os seré sincero, Person of Interest me atraía única y exclusivamente por Michael Emerson, el intrigante Benjamin Linus en Perdidos, pues su compañero Jim Caviezel nunca ha sido actor de mi agrado. Personalmente creo que es un tipo inexpresivo, su cara no dice nada.
El piloto dejó muy claro cual era el cliffhanger de la serie: un ricachón, Harold Finch (Emerson) busca a un brazo ejecutor, John Reese (Caviezel) que evite la muerte de personas en peligro. Finch sabe qué personas están en peligro pues una máquina que él mismo inventó, le facilita los números de la Seguridad Social.
Aparte de los dos personajes protagonistas, la serie cuenta en su reparto con dos secundarios excelentes, dos agentes de policia, Lionel Fusco (Kevin Chapman), un agente corrupto, y Joss Carter (Taraji P. Henson), una buena investigadora. Y luego está el que para mí es el personaje más importante de la serie, que es la propia máquina que Finch vendio al gobierno de los Estados Unidos. Y es que la máquina, en ocasiones, parece tener vida propia.
La serie, en su primera temporada, ha usado el sistema de capítulos autoconclusivo, con una pequeña trama horizontal sobre el origen de los personajes (y claro, de la máquina), pero en el inpass de la primera a segunda temporada se ha ahondado mucho en estas historias, se han hecho más importantes los secundarios, ¡hasta Reese ha sido capaz de mostrar sentimientos (eso si, sin hacer la más mínima mueca) por su jefe.
Creo que la forma de resolver el por qué la máquina es cómo es, cómo funciona, y los oscuros detalles que a todo esto rodea va a ser lo más importante de esta segunda temporada. Y si esto es así, si los showrunners son capaces de seguir mostrándonos los secretos y los motivos que mueven a los personajes posiblemente podamos disfrutar durante mucho tiempo de una serie que, cuando ya pensaba que se iba a estancar, ha sabido aprovechar la fantasia que rodea todo lo que está relacionado con la máquina.
No me gustaría que nadie piense que es una gran serie. No es la sustituta de Lost que todos sus fans buscamos. Simplemente entretiene, lo hace bien, sin historias de relleno y con un buen ritmo. De hecho, tiene el ritmo del que peco por ejemplo Alcatraz.
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