Aunque me ví toda la quinta temporada en versión original, y a rítmo americano, he preferido esperar hasta que Calle 13 ha emitido la versión doblada para hacer mi valoración sobre lo que ha supuesto esta última tanda de capítulos, la serie en general y su "futuro" abierto.
ATENCIÓN: A partir de este momento se incluyen SPOILERS DE NIVEL ALTO. Si no has visto la serie y quieres hacerlo, no leas más allá de esta advertencia.
Lo cierto es que esta última tanda ha resultado un poco acelerada, se nota que se ha pisado el acelerador al máximo, y los capítulos homenaje a temporadas anteriores han sabido a poco. De hecho, la confesión a Fusco de dónde viene la información privilegiada de la que Reese y el "cuatro ojos" disponen, ha sido demasiado al final y no hemos podido disfrutar de más acción con este personaje al que, se le coje cariño. Y, por qué no decirlo, ha sabido ejercer de contrapunto cómico y a la vez, evolucionar como personaje desde un policía corrupto a uno de los buenos, de los que no sólo comen donuts.
La muerte de Root, a media temporada, supuso un hachazo para todos los fans, porque el personaje era, quizás -y siempre para mi gusto-, el más "equilibrado". Y esto dicho entrecomillado y hablando en el sentido del personaje en sí, pues es el que más arcos emocionales ha pasado, y la que ha sabido adaptarse siempre a todas las dificultades. Luego la adopción de su voz por parte de la máquina, incluyendo el tono socarrón, ha sido, sin duda, un cierre de ciclo increible. Y es que, aunque todos sabíamos que Root no podía despedirse de la serie de una forma tan fatalista, convertir a Root en La Máquina, ha sido una guinda en un buen pastel.
La vuelta de Shaw, tras el embarado de la actriz, también ha sido espectacular y "con ganas de pegar tiros". Las simulaciones a las que ha sido sometida por parte de Samaritano, su hundimiento, su renacer y huída, incluso la vuelta al equipo, el asentamiento de su relación con Root, a la que por fin hemos visto que sí tiene sentimientos.
Reese, el tipo que nunca sonrie, por fin lo hace -a su manera-, y es el que se sacrifica por el bien común, porque "un trato es un trato", y porque tenía que devolverle todos los favores juntos a Finch. Quizás su desaparición no hubiera ocurrido si la serie hubiera renovado, pero aun cuando esto hubiera sido así, cierra el ciclo vital de su personaje por todo lo alto. No es comparable con el cierre que tuvo Walter Bishop en Fringe, pero, salvando las distancias, es el mejor final que le podían dar al personaje.
Finch quizás sea el que peor acaba en la historia, desde el punto de vista personal y no en lo emocional, claro, porque por fin se reúne con su amada. Quizás sea un paso de página total o, quizás se quede a medias. Lo cierto es que me ha gustado ver como daba por fin la posibilidad a la Máquina de comunicarse de forma abierta con ellos, y liberarla (al menos en parte) de su control. Como personaje ha evolucionado y mucho, y dudo mucho que si hubiera más capítulos se quedara al margen. Aún así, la escena de reencuentro con su amiga, nada sorprendente y totalmente esperado, sí que pone paz a su alma tan castigada por el cargo de conciencia de haber creado la máquina.
El final de Samaritano también era esperable, y el virus ICE-9 lo consiguió, no sin dañar todos los ordenadores y super IA existentes, incluídas a La Máquina. Greg, cerró también su ciclo, entregando su vida por su querido Samaritano. La creencia ciega en su IA, la devoción desmedida, casi comparable con los creyentes fanáticos en algunos Dioses...
Y finalmente La Máquina, el personaje principal de la serie, a la que todos deben todo, y que nos ha mostrado tantas simulaciones como ha podido sobre posibles futuros con o sin ella, que ha mantenido épicas conversaciones sobre la supervivencia del mundo y la raza humana y que, en el momento adecuado, a pesar de saber que su final se acercaba, y que al liberar el virus ICE-9, ella también podría desaparecer, se entrega a la causa.
Y aunque La Máquina tenía un plan de contingencia más, aún debía enfrentarse por última vez a Samaritano, y ésta vez no podía fracasar. La lucha se produce en el satélite al que ambas IA mandan una copia de su código, y aunque no somos espectadores de ello -evidentemente por el escaso interés narrativo de batallas informáticas- nos sorprende cuando al paso de Shaw, el teléfono de una cabina vuelve a sonar...
Final abierto, pues si a esto le unimos que en otro capítulo en el que el Presidente de los Estados Unidos es la posible víctima, se nos muestra que algunos de los antiguos números no relevantes ahora han sido reclutados por La Máquina y son equipos clon, que reciben números igual a nuestros protagonistas.
¿A donde hubiera virado la serie?
Aunque son suposiciones, creo más que probable que Finch y su pareja se unieran al equipo, junto a Shaw y Fusco y algún otro protagonista masculino que facilmente proviniera de uno de los irrelevantes, ya sea de los conocidos o de uno nuevo. Los otros equipos colaborarían de forma eventual, y aunque tendrían independencia, las colaboraciones las provocaría La Máquina.
El hilo principal debería ir por la intencionalidad del gobierno de hacerse de nuevo con el control de "Luces del Norte", que Finch cree una nueva super I.A., o algo similar.
Todo esto, son mis hipótesis, y dudo que lo veamos nunca, ya que las audiencias no van a facilitar su compra por otra network o canal de pago. Una verdadera lástima, porque, lo de "una máquina que nos espía todos los días y a todas horas", era una excelente premisa, que seguro que funcionaría.