Clásicos de la tele: El Internado

Clásicos de la tele: El Internado

Año 2007, con Perdidos en plena explosión fan, las cadenas de televisión españolas buscaban su hueco en el mundo de las series, tratando de dejar atrás el costumbrismo cañí (aunque se quedó en un intento), sumergiéndose en las series de género, en este caso de terror.

La encargada de la producción fue Globomedia, productora española con gran experiencia precisamente en el costumbrismo, algo de lo que parecían querer huir, que hizo un excelente trabajo, tanto en el diseño del producto como en la factura del mismo. Hemos de recordar que en España aún seguíamos estancados en los 4:3 de aspecto y lo de HD era algo impensable. El Internado puede presumir de ser la primera serie HD hecha en España.

A diferencia de Perdidos, en la que ha día de hoy sabemos que muchas de las cosas que acontecieron fueron fruto de la improvisación, aquí pocas cosas quedaban al azar. La historia que se quería contar parece que estaba bien definida desde un principio y, temporadas insulsas aparte, el desarrollo es más que correcto.

Las primeras dos temporadas son de terror descafeinado, es decir "de susto". Al misterioso colegio Laguna Negra llega una aparente enferma mental que huye del hospital psiquiatrico en busca de un hijo que le robaron cuando era una adolescente; por otro lado llegan Marcos y Paula, dos gallegos que acaban de quedarse huerfanos y cuyo abogado los ha llevado hasta alli; y como la trama irá contando, en el colegio además, años atrás orfanato, ocurrían y ocurren cosas extrañas. Túneles secretos, personas que desaparecen en mitad de la noche..

Según avanzan las temporadas, se va descubriendo que en realidad lo que ocurre es que en época del orfanato, se utilizaban los niños internos como ratas de laboratorio, y que, actualmente esto sigue ocurriendo. Se descubrirá que al menos la madre de los gallegos sigue viva y está presa en los túneles subterráneos, que hay más gente buscando en los túneles obras de arte, que todos los personajes esconden un pasado...

En resumen un gran y complejo mapa de tramas (¿alguien dijo LOST? guiño, guiño), un proyecto farmacéutico implicado, e incluso una escotilla de la que salía una asombrosa luz blanca. Y cuando la gran mayoría de seguidores criticaron a El Internado de ser una copia barata de Perdidos, es cuando apareció  la estrella gamada en el logotipo, cuando se descubre los verdaderos porqués de casi todos los protagonistas y que todo es producto de la obsesión del abuelo nazi de los gallegos por recuperar a su hija que se encuentra en un proceso similar a la crionización, pues fue contagiada cuando experimentaba con presos en un campo de concentración de la antigua Alemania.

La trama llegó a explicar de forma coherente todos (o casi todos) los agujeros que se abrieron en la serie, conformando una gran serie con una excelente historia, contada de forma adecuada y con un inmejorable equipo artístico.

Los problemas de la serie
El Internado estuvo a punto de ser cancelado por Antena 3 en una ocasión y se rumoreó que incluso se había iniciado a desmontar los decorados. Durante sus siete temporadas sufrió algunos altibajos, la huída de personajes que parecían indispensables, tramas inverosímiles y un par de temporadas de relleno.

Como ya intuirás, si has leido alguna de mis otras entradas, sabrás que estoy en contra de los capítulos de duración no estandar (es decir, los que no son de 21, 24, 42, ó 50 minutos). El internado tenía duraciones de hasta 90 minutos. Pero me llamaba poderosamente la atención que desde la productora se dijera que las temporadas eran de 8-9 capítulos por la dificultad  de rodar una serie de género, y que sin cambiar un sólo texto pudieran haber sacado 16-18 capitulos de formato estandar.

Por otro lado la infantil y desesperante trama infantil en la que las dos niñas pequeñas las liaban para que Amparó Baró fuera a poner orden. Todas eran idénticas y no aportaban nada a la historia. Era común en la época leer de todo y nada bueno sobre Paula y Evelyn en Internet.

La marcha de Luis Merlo supuso un pequeño bajón en la serie. Primero porque era el principal instigador de la búsqueda de la verdad. Lamentablemente fue el actor el que abandonó la serie, aunque volviera para cerrarla en su última temporada.

Los poderes de Blanca Suarez y esa facilidad suya de ver y hablar con los muertos. La forma de presentarlo fue demasiado abrupta y poco explicativa. El poder lo tenía y ya está. Luego desaparece el poder y ya está. El personaje aportaba el nexo de unión entre la vida y la muerte, que no sé hasta qué punto era necesario, aunque sirviera a los guionistas para poner a los protagonistas en la línea correcta de investigación.

Los decorados y sus fallos. No puede ser que el exterior de la edificación muestre la torre a un lado y que el edificio no es precisamente amplio y por dento sea espacioso a mas no poder y lo de la torre, pues bueno, si, estaba, no se sabe donde, ni como, pero... ¡mira un unicornio!

La magia de la tele es asombrosa y como con dos o tres pequeños cambios todo parece diferente. Es curioso porque entre tantos largos pasillos, sólo había una sóla habitación que igual servía para chicos, chicas o niños, a la que cambiando los armarios de sitio (y en algunos planos se aprecian hasta las ruedas que usaban); un sólo baño o una sóla clase.

Los product-placements a los que sólo faltaba que los actores miraran a cámara y dijeran que Mail Boxes Etc eran los más rápidos y serviciales o que Leche Gaza patrocinaba la serie.

A pesar de todos estos fallos, la serie merece la pena ser vista, aún habiendo transcurrido tanto tiempo. La historia es buena, y quitando las dos temporadas chorra que metieron, es merecedora del respeto de toda la ficción española, pues fue capaz de hacer algo distinto cuando todo en nuestro pais era la familia típica con abuelo a cargo y nieto toca-huevos.

Al finalizar la serie, los creadores trataron de hacer algo similar, se llamaba "El Barco" pero en ella, lo de tener un argumento sólido brillaba por su ausencia...

Publicidad