El enemigo en casa

El enemigo en casa

Esta semana nos sorprendía un suceso trágico, por la forma pero también por el fondo y la repercusión que ha tenido. Aunque sucesos como este se repiten todas las semanas y no se les da tanto bombón, aunque intentaré medir mis palabras, ya que puedo ser calificada de lo que no soy.

Asesinatos por cuestiones personales hay algunos, no muchos, gracias a Dios, a lo largo del año; pero si una de las implicadas es un cargo público su repercusión es mayor; hasta aquí todos de acuerdo, ¿verdad?

Ahora, la cosa se complica sí en todo este problema salen datos que son personales y que a la sociedad no nos interesan para nada, ¿verdad?...Aquí ya empieza el follón, porque da la casualidad que lo que más titulares ha llenado han sido historias y datos personas (lio de cuernos, interés personales, personalidad de la fallecida y las presuntas asesinas, el marido, el amante, la amiga, y no sé cuántos rollos más…).

Isabel Carrasco, ni nadie, debería morir así; pero ni ella era tan buena como algunos dicen ahora (con la boca chica), ni a lo mejor era tan mala como dicen otros. Pero en vida hay que saber medir nuestras actuaciones. En su caso, y teniendo en cuenta estos momentos, han generado insultos, chistes y salidas de tono de autoridades y personas anónimas.

Fue la mujer de los 12 cargos, los pongo aquí con miedo a equivocarme porque los he buscado en Internet, pero sin hacer valoración de ellos. Era presidenta del PP de León; concejal del Ayuntamiento de León; presidenta de la Diputación de León; presidenta del Consorcio del Aeropuerto de León; presidenta del Instituto Leonés de Cultura; presidenta del Consorcio Provincial de Turismo; presidenta de Gersul (consorcio provincial para la gestión de residuos); en 2010 fue también consejera de la tasadora Tinsa; consejera de Caja España; consejera de la Asamblea General de Caja España; consejera de Viproelco; consejera de Inmocaja y vicepresidenta de Invergestión (estas tres últimas empresas participada por la caja).

Algunos de sus cargos son públicos y otros privados, pero, ¿no hubiera sido mejor repartir todas esas funciones entre 12 personas para que la gente no se volviera loca como lo ha hecho esta semana? Conocí la noticia del asesinato a los pocos minutos, porque un amigo me lo envío por Whatsapp y la colgué en Facebook y Twitter, pero los twitteros empezaron a perder el control a los pocos minutos, amparados por la rapidez del medio y el no pararse a reflexionar; por esa razón, desconecte el Twitter, no sin antes haber respondido a alguna que otra salida de tono.

A las dos horas, más o menos, comenzaron a mandarme mensajes por diferentes medios con textos como “Ha habido una masacre el León”, nombrando sus cargos, otros sobre sus “supuestos” abusos de poder y amiguismos a la hora de dar y quitar cargos, y algunos algo más subidos de tono; es el humor negro, que en España corre como la pólvora y que al ser un cargo público la Ley de Protección de Datos lo permite, siempre y cuando no incluya injurias y calumnias.

Sólo pasé el primero porque era de esas características: nombraba sus doce cargos, y decía algo así como en León ha habido una masacre, han matado a “la presidenta de la diputación, la presidenta del PP, etc…” lo cual no supone, por mi parte, un atentado contra el derecho al honor, la intimidad y la propia imagen de Isabel Carrasco. El resto si lo eran, así que los leí y directamente los elimine.

Ahora resulta que por culpa de algunos “descerebrados” o personas que hablan antes de pensar se pide una nueva normativa para regular las redes sociales ¿Qué culpa tenemos los que las utilizamos de forma correcta, por trabajo o por ocio?

Estamos en un país libre, donde cada uno puede decir lo que piensa, siempre y cuando no atente con sus palabras contra otra persona. Pero encima la red, Internet, es libre, y en muchos países se utiliza para intentar realizar un aperturismo en una sociedad controlada ¿Vamos a poner puertas al campo sólo porque haya muerto una mujer a manos de una amiga a la que había traicionado?, ¿y por qué ahora y no cuándo se han realizado injurias y calumnias contra otros cargos públicos de mayor rango?

Apoyo que se castigue, y duramente, al que haya realizado injurias y calumnias contra Isabel Carrasco y cualquier otro personaje público y privado de este país, en el cual todo el mundo habla de las intimidades de los otros, muchas veces a golpe de talonario. Pero los que utilizamos las redes sociales de forma prudente y controlada, y las utilizamos para ofrecer información y opinión no deberían restringirnos su uso.

Mi última reflexión es para la clase política en general, espero que con esta muerte trágica y sin sentido se hayan dado cuenta que los abusos de poder y amiguismos a veces acaban bien, y que la sociedad quiere unos políticos transparentes y preocupados de resolver sus problema, que para eso fueron elegidos en las urnas, y no para colocar en cargos de “libre designación” a familiares y amigos.

Publicidad