Los diez fallos de Zapeando

Los diez fallos de Zapeando
Llevo tiempo queriendo escribir una entrada sobre la sobremesa de laSexta y más con la llegada del enésimo intento por levantar las tardes de la cadena verde con otro programa de televisión. De momento el intento no ha conseguido su objetivo y, en Carta de desajuste analizamos los posibles fallos que lo han provocado

1. Lo de Globomedia de reutilizar decorados no es nuevo. Grandes fracasos televisivos como El Intermedio International Edition o Periodistas F.C., rompen con lo baratito que les debió salir a Los Serrano alquilar a Nacho Martín su chalet de Médico de Familia. En Zapeando el estudio es compartido con El Intermedio y El Objetivo, y es con el programa de Ana Pastor con el que más se asemeja, pues el decorado es idéntico. Mismo suelo, misma pantalla, mismos huecos para el público (eso sí, al menos este tiene público) y todo aderezado de unos paños que cubren (en parte) las paredes para que el reciclaje no se note mucho. Lamentable. Si ni tu cadena y productora no creen en el producto ni como para crear un decorado, malo.

2. La Iluminación es pésima. Me sorprende como se sobreilumina y se saturan los blancos en este programa, algo que no pasa con El Objetivo. Quiero pensar que es porque el presentador se mueve por un pequeño corredor y esto puede acarrear problemas, pero como para que Frank Blanco parezca la duquesa de Alba con barba...

3. Videos en baja calidad y títulos pixelados. Si vas a hacer un zapping, ¿qué menos que tener los videos en calidad media? Los grabados de YouTube tienen más calidad que muchos de los emitidos en el programa, y eso que son de la propia cadena o del grupo ATRESMEDIA. También han tenido programas en los que los títulos parecían sacados de un Spectrum de los de goma de principios de los 80, con unos píxeles del tamaño de un garbanzo.

4. Demasiada promoción ATRESMEDIA. Y en parte es lógico, pero huele demasiado que los lunes se haga promo a muerte de El Tiempo entre Costuras, el martes de Vive Cantando, el miércoles de Top Chef... Y un poquito todos los días de Buenafuente. Es entendible que se haga un poco de promoción, pero con la cantidad de canales que hay en la TDT, ¿sólo hay tres personas visionando videos? ¿Sólo hay videos de Antena 3, laSexta y TVE?

5. Estructura errática. La idea que vendieron era que se parecería a una tertulia de radio y por eso Frank Blanco era el ideal. Más que estructura radiofónica parece un pseudo-sálvame en el que los temas se repiten de principio a fin (cada semana los mismos), con una escaleta demasiada apretada como para que los tertulianos hablen pues cuando lo hacen o no hay tiempo y hay que ir a otra cosa o bien de ese tema "se hablará más tarde".

6. Tertulianos sin gracia y los que pueden tenerla no participan. Como por ejemplo el hermanísimo de Thais Villas, que no aporta nada de humor al espacio, ¿Qué pinta ahí? Celia Montalban tampoco la encuentro la gracia, será que su humor es para otras personas más inteligentes, pero desde luego las perlitas que ha soltado son de traca y otros, como a Sergi Mas no se le escucha más allá de su sección. Para hacer humor se necesitan humoristas no tertulianos de medio pelo.

7. Los invitados. De momento, aparte del peloteo propio de cualquier programa a sus invitados, se han limitado a llevar a rostros de la misma productora o del grupo ATRESMEDIA. ¿Por qué no un cineasta o escritor o...? ¿En Globomedia sólo existen sus actores y los de las cadenas para las que trabajan? Aparte a un invitado hay que promocionarlo con datos sólidos, con el trabajo de un documentalista y no con los datos de la Wikipedia. Con Francis Lorenzo jugaron con su nombre completo y su fecha de nacimiento....

8. Las secciones. Por llamarlas de alguna manera, que comenzaron en el croma y que han pasado a hacerlas en la pantalla principal. Evidentemente guionizadas y con poca gracia. Se salva la de fallos en serie y poco más. La más patética sin duda es en la que cada tertuliano dice cual es su momentazo del día y se nota a la legua que todo está guionizado, que ni lo han visto y que se la trae muy al fresco (salvo Miki Nadal, que es un auténtico deborador de tele).

9. El público y las risas forzadas. Una de las cosas por la que más se criticaba a SLQH era la inexistencia de público visible, pues había un reducido grupo de personas que veían el programa en directo (en número similar al de este programa) y los chistes en (la mayoría de) ocasiones eran aderezados con samples de Tino. Aquí ocurre un poco lo mismo, aunque la realizadora lo tiene un poco más complicado pues, si la risa va enlatada no puede haber imagen de público. ¿Cómo lo hacen entonces? Forzando las risas de una o dos personas...

10. Realización lowcost y los movimientos de cámara que marean. Hacer un programa con un presentador, cinco o seis invitados y contar con tres cámaras es complejo y explica que en ocasiones la transición de imagenes entre invitados las haga la misma cámara. El problema es cuando el zoom se mueve a toda pastilla o se cambia de persona con un movimiento poco cuidado. Que nadie se confunda, son movimientos que los operadores realizan todos los días cuando no estan en antena, lo que ocurre es que aquí parece que hay bastante descordinación y mucho me temo que la orden de cambio de plano se da después de haber cambiado de cámara, porque sino no se explica estos errores tan básicos.

En resumen, el programa no aporta nada nuevo, es mero entretenimiento para las personas que nos acostamos antes de que termine el primetime, no podemos ver el programa de Buenafuente y demás. Es para lo único que sirve, pues los comentarios de los colaboradores e invitados son insulsos, y la conducción pésima. También es cierto que los programas diarios necesitan su tiempo para encontrar su hueco y su audiencia y hay que reconocer que el espacio ha ido mejorando parte de estos fallos. No los ha corregido, pero si mejorado, aunque mucho me temo que la cadena no tendrá mucha paciencia con los datos que está obteniendo.

Sinceramente me ha decepcionado el show. Me esperaba otra cosa como un Ilustres Ignorantes, y se llego a hablar de que Javier Coronas había hecho alguna prueba. Sigo pensando que hay hueco para hacer un espacio de entrevistas y combinarlo con humor ya sea orientado a la televisión o lo que sea, y eso tampoco requiere mucho presupuesto. ¿Se atreverá alguna cadena?

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