Alias

Alias
Cuando concluyó Fringe me quedé con ganas de más. Y aunque se rumorea que harán película basada en la serie, mucho me temo que con J. J. Abrams inmerso en la dirección del capítulo 7 de Star Wars, este hecho, si es que se produce (Abrams es sólo uno de los tres creadores), y viendo que mucha gente hablaba de que Fringe "bebía mucho" de Alias, me decidí a verla.

A pesar de mi reticencia a visionar series por ser consideradas series "de culto", y mucho más cuando las recomendaciones vienen de J.J. Abrams adictos, para los que cualquier-serie-se-basa-totalmente-en-la-gran-y-unica-lost-que-ademas-es-la-unica-que-hay-que-ver-obligatoriamente-como-si-de-la-biblia-se-tratase; he de reconocer que me ha encantado y, sí, Fringe debe mucho a Alias.

Os pongo en antecedentes, Sydney Bristow (Jennifer Garner) es reclutada por la CIA para llevar a cabo una serie de misiones secretas que se enmarcan dentro del SD-6, un grupo especial a cargo de Arvin Sloanne (Ron Rifkin). La ocupación de su padre, Jack Bristow (Victor Garner) se ve descubierta cuando el prometido de la protagonista aparece muerto en su casa, justo después de que Sydney le confiese que lleva una doble vida y que papá Bristow no sólo es agente del SD-6 sino que forma parte de la cúpula directiva del mismo.

Cuando Sydney descubre que tras la muerte de su novio se encuentra el SD-6, comienza a investigar y descubre que la organización cuya misión es comerciar con armas y secretos de estado, siendo totalmente falso que pertenece a la CIA. Ni corta ni perezosa, nuestra protagonista se presenta en las oficinas de Langly y cuenta todo a Michael Vaugn (Michael Vartan), quien la convierte en agente doble y cuya misión será desmantelar el SD-6, algo que, segun Sydney en el piloto "no cree que la lleve más de un par de meses"...

Todo se desarrolla un poco en la misma línea: Sloanne dice tener órdenes de la CIA de recuperar tal documento u objeto, Jack ofrece sus conocimientos en inteligencia, Marshall (Kevin Weisman) ofrece los más insospechados artilugios técnicos, Sydney le cuenta la misión a Vaugn, Vaugn le pide que en última instancia sustituya, robe, reemplace o elimine el artefacto a localizar y el trabajo de campo se realiza junto a Marcus Dixon (Carl Lumbly). Y a medida que avanza el contador de capítulos y temporadas, todo se complica.

Sin duda el mayor de los descubrimientos que haremos en la serie es que el verdadero protagonista de todo es Milo Rambaldi, un científico del siglo XV cuyas investigaciones han resultado ser auténticas profecias que se han ido cumpliendo, y como este personaje es el eje de todo lo que ambiciona Sloanne. Sin desemerecer las tramas de amor-odio paternofilial, y el culebrón (si, si, culebrón con todas las letras) que se trae Sydney, su padre (agente doble también) y su madre, que muerta en accidente de tráfico, también fue espía pero del KGB.

La serie introduce distintos conceptos que luego son realmente explotados en Fringe como por ejemplo la clonación de humanos (los multiforma en Fringe), y la existencia de un doctor Bishop capaz de realizar experimentos peculiares (no, no se llama Walter y no lo interpreta Jhon Noble, porque ya hubiera sido impresionante), pero sin duda lo que mas llama la atención es la forma en la que ambas series son capaces de recomponerse con los cambios importantes. Es decir, la historia avanza continuamente y, cuando crees que no pueden dar un giro de tuerca más...

No quiero contar mucho más para no spoilear demasiado. En la serie colaboran activamente Alex Kurtzman y Roberto Orci (co-creadores posteriores de Fringe junto a Abrams), que pasan por ser guionistas, productores, consultores, coejecutivos y ejecutivos; Jeff Pinkner como coejecutivo y ejecutivo (showrunner de Fringe)... Así que podríamos considerar esta serie como la precuela de. ¡Y menuda precuela!

Os recomiendo que si no la habéis visto lo hagáis. Merece la pena pues no es la típica serie de agentes de la CIA o espias. La serie combina muy bien la explotación de las relaciones familiares, la acción, el espionaje, la tensión sexual no resuelta, el humor (la serie sin Marshall sería un poco ¿rara?) y lo sobrenatural.

Ahhh! Una cosa más, la música también es de Michael Giacchino (Lost, Fringe). ¿Te animas?
Publicidad